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lunes, 25 de mayo de 2020

Fase 1

Ya estoy de vuelta, en fase 1 de desescalada, con ganas de volver a la normalidad bloguera, así que poco a poco me pondré al día con vuestros escritos.
No saben la vergüenza que pasé ese 5 de abril, cuando por vez primera salí a cantar en el balcón para mis vecinos(no sabia aun que ese día también salia a cantar para mi, me fui dando cuenta según pasaban los días y las canciones).

Qué maravillosa experiencia, inolvidable, una experiencia que me devolvió las ganas de cantar pero sobre todo las ganas de volver a disfrutar de la música, escucharla, sentirla y no solo consumirla superficialmente como llevaba haciéndolo desde hacía unos años.

Me despedí de mis vecinos con We Are The Champions, porque han sido unos campeones, porque son unos campeones. Han sido 109 canciones que cantamos juntos, que bailamos juntos(yo poco, ya saben por los nervios) para olvidarnos por unos instantes de la cruda realidad. Todo esto se quedará grabado en nuestras almas hasta el día que el viento se las lleve.

Toda esta experiencia me abrió el apetito de mas, quería mas, una nueva aventura, pero sobre todo quería seguir cantando, para mi, para los curiosos, para los ociosos, para los amigos, para la familia, para los que están lejos, para los que están cerca, para los haters, para los lovers, etc...

Dicho y hecho... Esta nueva aventura será un microblog musical en mi canal de YouTube donde intentaré acercar a los que se quieran acercar, canciones que me gustan, canciones que me piden, nuevos descubrimientos pero también, obras incomprendidas y reivindicables.

Bueno, y como estamos en la Fase 1 en Madrid y como mi experiencia musical la tuve que compaginar con la lucha contra el COVID19, aprovecho esta entrada para deciros que ha sido duro, ver lo que he visto, sentir lo que he sentido, vivir lo que he vivido ha mermado mis fuerzas pero ha fortalecido mi espíritu, mucho, muchísimo. Si amigos, estamos en la Fase 1, pero no estamos aun para bajar la guardia, el maldito aun está dando vueltas, no dejéis que el ansia de tomar una cerveza con amigos, de fundirse en un abrazo o un beso se convierta en el tren de vuelta del asesino. Tened un poco mas de paciencia, por favor.

Muchas gracias por todo, porque gracias a vosotros también volví a reencontrarme con ese lado mío, que pensé que había muerto.

Un abrazote.

P. D. Os dejos esta grabación desde el coche, es una canción que me pidió mi sobrina. El mismo día la canté también en el balcón, para mis vecinos.

viernes, 10 de abril de 2020

Noches de Karaoke

Queridos amigos virtuales, quiero disculparme por mi casi nula participación en el mundo bloguero en estas ultimas dos semanas... y seguramente en las siguientes.  No es porque no quiera estar aquí... si, quiero y os quiero a todos de todo corazón, os quiero porque detrás de cada linea que escriben hay un alma, hay una vida, hay una persona extremadamente especial que se abre ante el que quiera entender lo que quiere decir o callar.

El motivo de mi ausencia en realidad son dos motivos. Primero, porque formo parte de esos pocos servicios que el gobierno considera esenciales y tengo que currar, incluso mas jornada aun que antes. Llego bastante tarde a casa y lo que hago al llegar, por supuesto, después de pasar por el proceso de desinfección en el hall de entrada y en la ducha, se convierte en el segundo motivo de mi ausencia. 

Durante mi jornada laboral elijo dos canciones, las escucho, las ensayo unas cuantas veces en casa, antes de las 20:00 horas. Después de agradecer a todos los que salen a luchar contra este maldito virus mediante aplausos, yo, que soy una persona muy tímida e introvertida, me quito la coraza, enchufo el karaoke y con la voz trémula y hecho un flan, voy entreteniendo a mis vecinos... luego, poco a poco se me pasa... eso de la vergüenza y los nervios. 

Todo empezó el día que unos cuantos artistas sacaron una versión de la canción Resistiré. Mi reducido circulo de amigos y familiares me convencieron cantarla en el balcón alegando que lo hacia igual de bien o mejor que ellos. Ese mismo día la canté (la que os acerco es una segunda versión, ya menos nervioso). Después de cantarla entré rápidamente en mi casa y bajé la persiana. En mi zona de confort, detrás de la persiana, seguía escuchado los aplausos y las voces que pedían: "¡otra, otra, otra!". Al día siguiente con el corazón en la mano volví a salir, y luego al siguiente también, simplemente porque mis vecinos lo necesitan. Mis amigos y familiares también lo necesitan, ellos no me ven en directo, pero están esperando cada noche delante de las pantallas de sus dispositivos que suba mi berreo a las redes sociales. 

Y así fue como me convertí sin querer en el "Entertainer" del barrio de las 20.05 horas y así seguiré hasta que esto acabe o hasta que mis cuerdas vocales aguanten.

Los que me seguís desde el principio, conociendo mi pasado musical, os preguntareis por qué lo de miedo escénico. Simplemente porque llevo mas de 15 años sin practicar... es verdad, a uno no se le olvida cantar pero las cuerdas vocales se atrofian y con ello se esfuma toda seguridad.  

Os quiero mucho a todos, cuidaros mucho y no salgáis de casa si no es necesario. Ya volverá todo: los besos, los abrazos, las cañas, las porras con chocolate, el sexo seguro...incluso antes, pero solo si somos responsables, respetuosos y disciplinados.

Un beso y un abrazo a tod@s.



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martes, 17 de marzo de 2020

Perdón

El mundo llora en silencio las perdidas...

Desgarradores gritos de impotencia ahogados por los aplausos, por las tardías medidas que no solucionan mucho por no decir nada, ahogados por los reproches, silenciados por la irresponsabilidad de muchos, que no entienden que esto no es un juego, no entienden porque aun no les ha tocado, porque aun no se han topado con el olor hediondo de la muerte que acecha en cada esquina.

El mundo llora en silencio a sus muertos, llora a los que dieron el ultimo aliento entre cuatro tabiques tristes o tras una inmunda cortina verde, únicos testigos silenciosos de su sufrimiento y soledad.

Madres, padres, abuelas, abuelos, hijas, hijos apilados cual sacos de patatas e incinerados en los hornos del horror sin despedida ni un ultimo adiós.

El mundo sufre, los llantos son reales pero insonorizamos nuestras paredes con rollos de papel higiénico y sacos de harina. No queremos saber nada de nadie, el sufrimiento ajeno nos importa una mierda y lo único que realmente nos interesa es llenar nuestras despensas y limpiarnos el culo.

El mundo es un asco...

Os echaremos de menos...mucho, muchísimo.  Gracias por cuidarnos, por auparnos, por inculcar valores, por abrazarnos, por acariciarnos, por protegernos. Gracias por vuestros consejos, por vuestras historias, por vuestra paciencia, por vuestro cariño y amor incondicional, por esas paellas o por esos cocidos de los domingos al sol.
Gracias por darnos la vida.
Gracias y perdón.
Perdón por no haber reaccionado a tiempo, por no haberos protegido.
En nombre de todos, perdón.