Soy culpable

Hay una antigua costumbre que a mi personalmente me parece de lo mas bonita. Pero como muchas costumbres bonitas y antiguas se ha ido perdiendo poco a poco hasta que un día desaparecerá por completo y no se acordara nadie de ella. Algún curioso la encontrara por casualidad navegando por la red en paginas como ''Wikipedia'' y parecidas y algunos se acordaran de las historias que contaba algún tatarabuelo medio loco. Seguramente que por aquel entonces esas historia les parecerán a la gente de lo mas bonitas y fantásticas (me gusta creer que si). Historias de que tienen como protagonista una humilde pero a la vez majestuosa flor. Esa cosita tan frágil que se marchita con suerte en dos semanas pero que hace maravillas en las personas que la reciben. La costumbre de regalar flores a la persona que amas o a una familiar o a la anfitriona de una cena o fiesta esta en peligro de extinción. Ahora es mas cómodo, regalar una caja de bombones o un osito de peluche, por que encontrar una floristería es bastante mas difícil que encontrar una ''Tienda de alimentación'' o un ''Todo a cien''. Con regalar una caja de bombones logramos que la persona que la recibe se alegre pero a la vez que se preocupe mas por las calorías que aporta cada bombón y las grasas que tiene. Y si regalas un peluche, ¿que ocurre?Pues pensara que ya es el décimo que recibe y que probablemente se lo dará a su sobrina la próxima vez que la vea. Sin embargo si regalas flores seguramente en nuestros días es lo mas original del mundo por que nadie se lo espera, por que la costumbre de regalar flores por desgracia ya no es una costumbre es algo de lo mas extraño. Y tiene sus ventajas: no tiene calorías por lo tanto no engorda, siempre tenemos un jarrón vació sobre la mesa del comedor y si no gustan tenemos dentro de dos semanas la oportunidad de tirarlas sin correr el riesgo de que el que te las ha regalado se enfade. 8 de marzo. Día internacional de la mujer trabajadora. Una buena ocasión para regalar flores ¿verdad?Parece que no, por que ese mismo día entre en una floristería, que por suerte había cerca del sitio donde trabajo, y me la encontré medio vaciá. Había dos personas delante miá. Una que estaba encargando una corona de flores y otra de algún país del este(8 de marzo en la mayoría de los países del este se celebra como día de la mujer y de la madre y se suelen regalar flores y organizar grandes fiestas) que se llevo un ramo de flores. Yo también me lleve un ramo de flores tan contento de que al llegar a mi destino, después de cambiar dos trenes, ya no me tendría que desviar para encontrar una floristería(había tres floristerías que me pillaban bien, de camino a casa, pero cerraron por falta de clientes).Caminado hacia la estación tenia la impresión de que la gente me miraba con incredulidad, asombro,interrogación y alguna mujer con aprobación(impresiones miás).Mientras esperaba en el anden me imaginaba que al subir al tren me encontraría con un montón de personas llevando cada una un ramo de flores,que todo el vagón seria una flor gigante que me llevaría sobre sus pétalos a mi destino. Bueno, eso hubiese ocurrido a lo mejor si yo fuera el protagonista de alguna película de Tim Burton. En realidad en el vagón no había ni siquiera una persona, aparte de mi, que llevara flores. Ni los que subieron después en las siguientes estaciones, ni los que me encontré de camino a casa (20 minutos andando) nadie llevaba flores. Me habré equivocado de fecha. Mire el móvil que me confirmaba de que no estaba equivocado, estábamos en el 8 de marzo. Cuando llegué a casa y mi querida esposa me abrió la puerta, solo con ver lo sorprendida y contenta que puso me basto para arrepentirme de que habían pasado por lo menos unos 18 meses sin que yo, le regalara una flor.Que yo sea uno de los culpables de que esta bella costumbre se pierda me molesta muchisimo y lo siento mucho, pero me prometo a mi mismo que a partir de hoy esto cambiara. Regalare flores siempre que se me antoje ,sin fecha especial, sin quejarme de que la floristería esta lejos, por mi parte, aunque solo quede yo, la única persona que regale flores en el mundo, lo seguiré haciendo constantemente para siempre.



por Sebastian Robas

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