domingo, 5 de julio de 2020

Nothing Else Matters

Lunes, 07:00 h de la mañana. Los acordes desconcertantes de Nothing Else Matters de Metallica llenan los pasillos del metro Alonso Martinez. Un guitarrista sentando en un taburete, mueve los dedos por las cuerdas de la guitarra con pachorra y con cara de asco. No toca muy bien, de hecho toca fatal. Me paro delante de el y le miro. Me sonríe con cierta ironía. Me marcho.

El mismo día. 13:30 h. Nothing Else Matters en el mismo pasillo, el mismo guitarrista y la misma inconstante y molesta cadencia. Paso de largo sin mirarle.

Todos los días durante dos meses aproximadamente, a distintas horas, Nothing Else Matters, el mismo guitarrista, la misma pachorra, la misma cara de asco. 

Sigue tocando fatal pero las monedas llenan la funda de su guitarra. La gente es bondadosa o sorda o no pasa tan a menudo por ahí como yo. Por suerte o por desgracia no soy sordo y tampoco solidario si siento que alguien intenta poner a prueba mi sagacidad y paciencia. 
Esta vez me paro delante de el. 
"¡Al menos aprendete otra!" -le espeto.
Me mira con ojos vacíos y me sonríe. 
Esa sonrisa llega hasta ese rincón desconocido e inexplorado del cerebro que supongo que todos tenemos pero desconocemos y me punza como si fuera la punta de un bisturí. 
Apoyo el estuche en la rodilla y saco la flauta con manos temblorosas. Dejo el estuche abierto en el suelo y le miro fijamente a los ojos. El guitarrista no para de tocar, me sostiene la mirada y sonríe irónicamente. Levanto la flauta por encima de mi cabeza y con gran velocidad la bajo para asestarle un golpe seco en toda la sien, luego otro y otro y otro y luego paro. El cuerpo inerte del guitarrista yace en el suelo en extraña postura. La sangre le está tapando la sonrisa. Me agacho y le musito al oído...
"Este era mi sitio cabrón, este era mi sitio..."



18 comentarios:

  1. Macabra historia ainsss..pero me has tenido en tensión .
    Al final el guitarrista era extraño o tal vez mudo. Buena historia
    Un abrazo.

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  2. Me encantas tienes la magia necesaria como para triunfar

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  3. Hola. Llegué aquí por el lugar de Tiffany. Me encantó tu relato, no esperaba ese sórdido final para el guitarrista. Saludos

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  4. Uy buen relato, no esperaba el fin y así que me sorprendiste de grata manera. Te mando un beso y te deseo una buena semana

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  5. Hiciste bien. Perfecto, amigo. A mi me molesta mucho la musica del subte. Dale y dale, todo el tiempo, en todas las estaciones. Ademas ese lugar era tuyo...!

    Besote y buen comienzo de semana

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  6. La música con sangre entra... bueno, era la letra pero sirve también, no?

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  7. ¡Ostras! Por un momento pensé que se pondrían a tocar juntos. Incluso que formaban un dúo... pero menudo dúo... "Por un puñado de monedas"...
    Muy buena historia, Sheol, y ese final. Sencillo, voraz, radical... Estático.
    Un beso enorme.

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  8. ¡Joder! No esperaba para nada que terminase así. Dicen que la música amansa a las fieras, es evidente que en este caso no jajajajaja. Nunca pensé que en un duelo entre guitarra y flauta...ganase la flauta, de sorpresas está llena la vida.
    Un relato intrigante, con un final sorprendentemente inesperado, me ha encantado. Me he quedado un poco intrigada...¿El de la flauta ocupa su lugar finalmente?
    ¡Un saludo!

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  9. Final totalmente inesperado! Como han dicho arriba en este caso la.música no amanso a la fiera.
    Un beso!

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  10. Jaja. Una sorpresa. "Mira la música que hago... con tu cabeza", y zas.

    P.S. Ahora que mencionas Nothing else matters en tu escrito, me hiciste recordar cuando por fin pude verlos en concierto. 2010, Estadio Universitario, aquí en Monterrey. Estuvo genial.

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  11. Recuerdo un verano en el que trabajaba todos los días de 16:00 a 20:00, uno de estos veranos en los que tenía que dar clase con las ventanas abiertas para sobrevivir al olor de las hordas de adolescentes rebosantes de hormonas.
    Todos los días a las 16:15 aparecía al final de la calle un trompetista que durante horas "perpetraba" (porque eso no era tocar) la canción de "Despacito".
    El muy cabrón siempre recogía sus bártulos a las 19:30 y desaparecía hasta el día siguiente.
    Nunca pude bajar a decirle nada (la profesionalidad de no dejar a una clase sin supervisión) y no tenía ángulo suficiente desde mi ventana para tirarle nada a la cabeza.
    Una tarde de repente se oyó un grito. "O cambias de canción o te hago comer la puta guitarrita, gilipollas".
    Nunca más volvió... afortunadamente.

    Besos desafinados

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  12. Madre de dios qué duerte.

    Buen relato.

    Saludos

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  13. Buen relato!!! Me ha encantado
    Saludos

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  14. has desaparecido donde andas? La peste sigue la pandemia se agranda aqui en miami A nadie le importa la muerte La gente sale a tomar los lugares estan llenos Y todo se lo debemos a la mara villa de presidente que tenemos Vayamos por un cambio

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  15. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo estan las cosas en el lugar donde estás? Espero bien.

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