domingo, 4 de julio de 2010

''Buenos conductores II''

Voy a seguir con mi andadura por la peligrosa jungla del asfalto. Los especímenes que nos encontramos a todo paso, son tan variados y tan peligrosos que nuestra aventura por esta jungla muchas veces es de muy alto riesgo. Estos ''buenos conductores'', para llamarlos de alguna manera,no se dan cuenta del peligro que representan para los otros conductores e incluso papa ellos mismos. La DGT puede hacer toda la propaganda que quiere y más, que a estos buenos conductores les importa un comino. Los que respetamos las reglas nos parecerán lógicas y algunas veces incluso duras, estas propagandas. A los buenos conductores les parecerán unas chorradas. Tal y como pasan de todo y de todos en la carretera, como si fueran los unicos en utilizarlas, así pasan también de estas propagandas. Después de esta introducción, vamos a salir a la carretera para ver que nos encontramos.


Me dirijo hacia el coche aparcado en linea y como casi siempre me lo encuentro en la segunda fila de atrás, protegido de una doble fila delantera de soldaditos alineados, uno detrás del otro. No me queda otra opción que pitar el himno español con la bocina hasta que, después de 10 minutos uno de los soldaditos rompe filas y me deja salir. Mientras busco la salida más cercana a la carretera, yendo con 40 km/h él limite de velocidad permitido, se presenta detrás de mí un coche. Al conductor le parece que voy demasiado despacio y después de 2 segundos aguantando mi velocidad, me adelanta en tromba invadiendo el carril contrario y dejándome como regalo una nube de humo negro. Ahora sé lo que sentían los de la isla (Perdidos) cuando se encontraban con el humo negro. Poco a poco logro escapar del dichoso humo que se me había metido hasta en el coche y me acerco a la salida que distingo a lo lejos.
 
 Al llegar al carril de aceleración aumento mi velocidad hasta los 100 km/h, miro por el retrovisor y veo detrás a Fernando Alonso haciendo una maniobra imposible, de maestro, para adelantarme a gran velocidad por el arcén. Sigo con la mirada al bueno de Alonso como realiza en un eslalon impresionante sus adelantamientos y me doy cuenta que tiene estropeado el intermitente.No creo que un conductor tan bueno no los utiliza por qué no le da la gana. Pero ahora cualquiera le alcanza para avisarle. Al poco rato tengo que hacer un adelantamiento así que me preparo como es debido. Por el carril de la izquierda no viene nadie, así que empiezo las maniobras para adelantar. ¿Qué tardas dos segundos en hacer la maniobra?
 
No sé, pero aparece detrás de mí, de la nada en esos dos segundos, el Coche fantástico. Se acerca peligrosamente a 5 cm de mi coche y empieza hacerme señales con las luces y con el intermitente. Michael, que se equivocan, dile al Coche fantástico que deje de olisquear el culo de mi Opel y que deje de guiñarle el ojo. Luego se me ocurrió de que eran gays, saben siempre metidos uno dentro del otro. Me aparto y les dejo pasar. Mosqueados que no les he prestado mucha atención se van pitando(me) y desaparecen de mi vista en cuestión de segundos. Después de encontrarme con algunos personajes más, que no merecen la pena mencionarlos y al llegar a mi destino, encuentro aparcamiento en batería. Aparco y me voy a arreglar unos asuntos.

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