sábado, 9 de agosto de 2014

Sexo... (segunda parte)


Los días que siguieron viendo que llegaban a la misma hora, en vez de esperar a la Puri en la estación de llegada la esperaba en la estación de salida. La vecina no se sorprendió. Durante el trayecto hablaron de todo, cotillearon pero ninguno mencionó el casual encuentro. Pasaron las dos semanas en un abrir y cerrar de ojos, pero las inquietudes de Pompilio seguían en el mismo sitio. ¿por que eludía Puri el tema de su nuevo trabajo? Hora de averiguarlo. El primer lunes después de que se acabara la suplencia aprovechando de que el abono transporte aun le daba para dos semanas mas, cogió el tren anterior al que solía tomar Puri y la esperó cual mal detective disimulando detrás de una farola. Puri apareció puntual, como cada día e impecable como siempre. Pompilio esperó a que se alejará un poco y luego dejó la farola a sus espaldas con los ojos pegados sobre el contoneo de las caderas de su vecina. No estaba mal, pensó, para su edad, y sonrió, pero al instante desvió la mirada de su trasero al sentir que algo dormido desde hacía meses despertaba sin control dentro del pantalón. Por el rabillo del ojo vio como se paraba delante de una chalet individual y llamaba al timbre. Luego empujaba la puerta metálica y subía las escaleras hasta el porche. La puerta de la casa se abrió al instante pero no pudo ver quien estaba detrás. Puri desapareció dentro y la puerta se cerró de un golpe. La emoción del descubrimiento del paradero matinal de Puri hizo que se olvidará del calentón que le provocó las curvas de su amiga anteriormente. Se acercó con el mismo mal disimulo al chalet para investigar si tenia algún letrero, pero no encontró ninguna pista que elucidara el misterioso trabajo de la vecina. Una voz dulce y empalagosa a sus espaldas casi le hizo perder el conocimiento.

-¿Vienes para la prueba guapetón?

Pompilio con la lengua hecha un nudo solo pudo articular un gemido. La rubia que tenia delante era despampanante: grandes pechos, profundo escote, largas piernas y falda corta casi inexistente.

-¿Has llamado o qué? -le volvió a preguntar la rubia indicando el timbre.

-Yo... consiguió articular Pompilio.

-¿Es tu primera vez haciendo pruebas como esta, verdad? Al menos veo que vienes preparado y con ganas- observó la chica señalando el bulto crecidito que punzaba el pantalón de lino de Pompilio. -No veas lo molesto que es tener que esperar desnuda allí delante de todo el mundo. No que me importe mucho estar desnuda, es por el puto aire acondicionado, que lo ponen a tope, -diciendo eso la rubia llamó al timbre.


Pompilio se quedó, esperó a que la puerta se abriera y entró tras la rubia. Un rotulo se encendió dentro de su cabeza.
Sexo... Sexo... Sexo... parpadeaba.
Sexo... Sexo... Sexo... no dejaba de parpadear.
Un buen polvo no le haría daño ni a el ni a nadie, pensó mientras en el rostro se le empezaba a dibujar una bobalicona sonrisa.

-Aquí viene uno, - señaló la rubia al entrar en un inmenso salón presidido por una enorme cama escoltada por dos mesitas de noche negras con sus correspondiente lamparas de diseño descansando sobre la madera.

-Eres el primero. Toma esta bata, pasa a ese cuarto y sal cuando estés listo- le indicó con un marcado acento ingles un joven que apareció de la nada.

Pompilio cogió la bata y casi corriendo entró en el cuarto indicado. Se quitó la ropa en un cerrar y abrir de ojos y salió otra vez, preparado para la batalla. El joven, que le esperó fuera, le preguntó.

-¿Estas preparado?

-Si- consiguió balbucear Pompilio.

-Bien, entonces cuando yo te diga te quitas la bata y entras en el salón. ¿Sabes como va, es leído el folleto verdad?

-Hombre... contestó Pompilio mirando al joven con cierta superioridad pero sin prestarle demasiado atención.

-Muy bien, pues quítate eso, -indicó la bata el joven, -y pasa.

-¿Ya?

-¡Ya!

En el salón, sobre la cama la rubia como dios la trajo al mundo, le miraba lascivamente mientras se acariciaba los pechos de manera sensual.

Pompilio corrió, voló y aterrizó sobre la cama. Le extrañó un tanto la expresión de sorpresa y desagrado de la rubia que le esquivó antes de que todo desapareciera y se quedará en una profunda oscuridad.

Cuando Pompilio volvió en si la cabeza le bombeaba y tenia mucho frío, la gente que rodeaba la gran cama estaba mas ocupada en calmar a la rubia que atenderle a él. Se llevó la mano a donde sentía las pulsaciones y se encontró con un gran chichón. La rubia aun con una de las lamparas de diseño hecha añicos en una de las manos le miraba con cara de asco. Estaba tan aturdido por el golpe recibido que no se dio cuenta de que alguien repetía su nombre en tono agudo mientras una mano extraña sujetaba la suya. Se giró hacia el sonido de su nombre. Los ojos grandes color avellana de Puri le miraban con sincera preocupación.


-¡Pompilio! ¡Pompilio! ¿Estas bien hijo?

-¿Pero que ha pasado? ¿Porque me ha golpeado la loca? ¿No es eso lo que teníamos que hacer? -logró articular por fin el hombre bajo las miradas acusadoras de los que rodeaban a la rubia.

-No hijo, no. Estos hombre solo están realizando un estudio para el Departamento de Investigación del Centro de Asesoramiento Pedagógico y de Orientación Sexual de Ottawa sobre la capacidad de los hombre de entre los 30 y 40 años de mantener una erección a temperaturas por debajo de los 10 grados mientras una mujer se les insinúa sexualmente. Nada mas que eso, un estudio.

Pompilio masticó la información durante unos segundos, luego con una media sonrisa, y con el dolor de cabeza reemplazado por una visión de lo mas perturbadora, preguntó a su vecina.

-Y tú... ya sabes... tú también te desnudas.


-No chalado, yo solo me ocupo de la base de datos - le contestó Puri medio riéndose. -Venga, vístete, que te llevo a casa.  
FIN

Dibujos realizados por mi amiga y colaboradora Ale...

10 comentarios:

  1. Vaya con Pompilio, teniendo ese nombre no podría ser tan listo.


    Un saludo

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  2. Muy bueno... El sexo nubla las ideas pensamiento y tooo

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  3. jajaja
    Siempre me da gracia pompilio.
    Saludos y esperamos la próxima historia
    ;)

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  4. Pobre Pompilio, qué cosas le pasan... Ya lo echaba de menos. Un besote!!!

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  5. ¡Hola Sheol! TE deseo un feliz verano, y como siempre, un placer verte por aquí, siempre creando, infatigable. Me alegro te gustara mi crónicas de Las Vegas.. Un abrazo!!!!!!!!!!

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  6. ¡Qué bueno! me has tenido es ascuas mientras la emoción en el relato iba in crescendo, no me imaginaba un final así, jaja. Muy bueno campeón.
    Un abrazo

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  7. Maldita sea!!! Con aquello de "algo dormido desde hacía meses despertaba sin control dentro del pantalón"....POBRE xD!!!!!!!!!

    Un gustaso leerte, Sheol, y de nuevo....pobre P xD!!!!!

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  8. la mente calenturienta nos pierde :)

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  9. Qué bueno el amigo Pompillo.
    Me ha gustado el relato y el giro final es fantástico. Muy divertido
    Besos

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  10. Nos puede la curiosidad por quien queremos...

    Pobre Pompilio, en qué lío se metio :) poco más y lo matan... Tendrían que estudiar a ver si era posible una erección en esas condiciones.

    Muchos besos

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