El runrún del motor se mezclaba con un runrún incesante en su cabeza.
Maquinaciones maquivélicas durante los mas de 6 meses de prisión por maltrato físico y psicológico mantuvieron encendido el motor averiado que albergaba su cráneo.
Maquinaciones maquivélicas durante los mas de 6 meses de prisión por maltrato físico y psicológico mantuvieron encendido el motor averiado que albergaba su cráneo.
“Puta” - pensó al verla cruzar la
calle.
-¡Puta! - gritó pisando el
acelerador.
El golpe fue estrepitoso y doloroso
para los oídos y horroroso para la vista. La carrocería destrozada
revelaba de manera grotesca un amasijo de miembros medio apuntados,
hierro y cristales. El camión implicado no parecía haber sufrido
daños mayores y tampoco el chófer que bajó enseguida para atender
al conductor herido.
-Yo tenia verde,- se disculpaba el camionero a diestro y siniestro intentando disimular las ganas de
vomitar ante el horror presente.
-Puta – logró gorgotear una vez mas el conductor mutilado y luego, pereció.
Bonito microrrelato, me ha hecho pensar y leerlo dos veces.
ResponderEliminarFeliz Semana Santa.
Un beso.
Fuerte y doloroso Sheol, una manera cruda y real de nuestras pistas fatídicas. Me duele decirlo pero aquí en mi país, los accidentes son terribles y cada vez más mueren muchas personas al año por accidentes de tránsito.
ResponderEliminarQué tengas un bonito fin de semana, recibe mis saludos y cariños desde Perú.
Fuerte y doloroso Sheol, una manera cruda y real de nuestras pistas fatídicas. Me duele decirlo pero aquí en mi país, los accidentes son terribles y cada vez más mueren muchas personas al año por accidentes de tránsito.
ResponderEliminarQué tengas un bonito fin de semana, recibe mis saludos y cariños desde Perú.
Es increíble como en tan pocas líneas nos metes en un microcosmos, me temía lo peor, pero enseguida me di cuenta que conociéndote, el final no podía ser tan simple, fenomenal como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Aterrador, lo que producen seis meses de prisión por maltrato, profundo y fuerte.
ResponderEliminarUn abrazo Sheol
¡Que fuerte! ¡Que fuerte!
ResponderEliminarUy que forma de relatar un terrible accidente. Te mando un beso y muy buen relato
ResponderEliminarnunca he leido en tan pocas palabras tanto
ResponderEliminarmuy fuerte
Un besazo!!
Hola, Sheol.
ResponderEliminarEs tremendo, la verdad. Muy fuerte y muy bien contado.
Me gusta mucho como narras las cosas.
Unos abrazos.
Magnifico por lo realista y bien llevado
ResponderEliminarAbrazo
Bonito regate. Un abrazo
ResponderEliminar¡Hola Sheol! gracias por tyu visita a mi blog, me alegro te haya gustado mi "montaña de fruslerías". ¡Cuánta animadversión desprende el tuyo! Mucho furor.... es un buen relato, agreste... Un abrazo y buen fin de semana!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarHoy llegue hasta aqui por casualidad y me he tropezado con semejante relato!!! Muy bueno, aunque algo siniestro. Sin lugar a dudas este es un lugar diferente. Si me lo permites me quedo para seguir disfrutando tus historias de terror. Bendiciones!!!
ResponderEliminarHola Sebastián, vaya relato crudo.
ResponderEliminarEl maltratado ni en su misma muerte podía aplacar su odio y el conductor ante semejante horror, quería ser a todas luces inocente.
Buen relato.
Sí, en la presentación de mi libro han venido muchos y buenos amigos.
Gracias
Un abrazo
Sor.Cecilia
Muy bueno!
ResponderEliminarUn beso
Aquello de los miembros y el amasijo, me ha producido una imagen mental algo perturbadora... :s
ResponderEliminarBueno por lo que consigues transmitir.
Saludos peruanísimos.
Es duro...
ResponderEliminarPueden pasar muchas cosas por la mente ante cosas así...
Beso.
Bueno Sebastián, las Musas están contigo, pero date tiempo para escucharlas.
ResponderEliminarUn abrazo
Sor.Cecilia
Y pensar que esa obsesión y sinrazón, fuera de toda lógica y comprensión será real... qué poderosa es la mente!! y qué incapacitados estamos de evolucionar.
ResponderEliminarTambién me gustó este relato, a pesar de tanta crudeza y desgarro.
un abrazo
es una lástima que mal nacidos como el de tu historia se lleven por delante las ilusiones de aquellas inocentes que equivocaron, de todas todas, su elección
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